Uno de los desafíos principales en la Reparación Automotriz es aceptar el trabajo que otros rechazan, por cualquier motivo.
Siempre dejando en claro que es una Reparación, no restauración ni reconstrucción.
Diferenciando la primera en conservar las piezas originales de fabrica y reparándolas; y la segunda en modificar la estructura original de fabrica, a conveniencia de la reparación (mano de obra) mas que del vehículo.
Otro tema es la comprensión al propietario. Esta atención es elemental, ya que estamos delante de una persona resignada con su vehículo, por demás está la explicación del uso del mismo, sobre todo si es el primer auto de la persona o de la familia.
En síntesis, estamos delante de un problema, y nos vemos obligados a ser parte de la solución, junto con el propietario que no solo es importante materialmente; sino comprensivamente, y hasta emocionalmente. Dejando de lado temores, ansias y desconfianza.
Por todo esto, estamos convencidos que una Reparación Automotriz comienza con la comunión entre propietario y Taller, y con el respaldo mutuo para que el fin de la historia sea el mejor.
Una vez finalizada la Reparación de Carrocería (de Chapa), se realiza el emprolijado de las uniones de las autopartes soldadas; de esta forma se logra el valor agregado a la Reparación por respetar estéticamente al Ensamblaje de Fábrica, sin quitar funcionalidad a la estructura.
El Imprimante aplicado, que es de última generación, se destaca por presentarse del mismo color que el interior que aloja al motor. De esta manera se agiliza la labor en los sitios más complicados de la mano de obra, por ser sectores de muchos desniveles que tienen el mismo valor estético que las regiones externas.
Después de una letargia ajena al Taller, logramos junto con el Propietario retomar la Reparación del FORD KA, siendo las siguientes imágenes el Trabajo de Pintura terminado.
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